Venimos a hablaros un poco más acerca de la actividad en nuestro ponyclub, este mundo de pequeños gigantes.

En los últimos tiempos, estamos viviendo un “boom” de niños que quieren entrar en el maravilloso mundo de la equitación. Probablemente debido a la situación que todos hemos vivido, las personas tienen más ganas que antes de pasar tiempo con sus seres queridos al aire libre, disfrutando del contacto con la naturaleza.

Lo que la gente no sabe es que llevar a sus peques a una clase de equitación es muchísimo más que esto.

Además de todos los beneficios físicos de nuestro deporte, entre los cuales destacamos fortalecer toda la estructura muscular, mejorar el equilibrio y la coordinación motora, resaltamos los enormes beneficios mentales y emocionales.

El contacto con los ponys exige concentración, constancia y superación personal.

Muchas veces, las profes nos encontramos al empezar la clase con un peque que no levanta la mirada del suelo ni quiere acercarse al animal ni a nosotras, y que al  terminar que no se quiere ir a casa porque quiere seguir estando con su poni, sus profes y sus compañeros de clase.

El sentido de responsabilidad, la autoconfianza, el compromiso y el respeto hacia otros seres vivos son valores que vienen incluidos en el «pack» de iniciación a la equitación. 

Para resumir, iniciar a un niño al mundo del ponyclub es el mejor regalo que se pueda hacer al adulto que llegará a ser.